28 ago 2011

Atracción animal y sumisión !!



Ella se preguntaba una y otra vez si era una enfermiza o una puta cada vez que se en contraba con Él, pues no se podía resistir a esa atracción animal hacia Él, la trataba como en sus fantasías y desde el primer día, ella experimentó el mejor sexo que nunca tubo con su pareja...
se conocierón por medio de un amigo en común, y desde el primer momento, sentandos en esa cafetería, ella con su comportamiento sumiso, su mirada baja y su forma de comportarse, a  Él no le pasó desapercibidas, sabía que atraía a esa mujer, y que en el fondo,aunque ella no lo supiera o nadie le habia sacado aún esa parte sumisa, era una auténtica perra sumisa.
Quizo probarla, la observaba con detalle, sus reacciones, sus modos y forma de comportarse ante Él, quería ver el domínio que tenia sobre esa mujer.
Una vez que ya tomaron confianza en la charla, hablando ya de temas con algo de trancendencia,  la charla derivó sobre el atractivo o lo que le atraia  de un hombre, y lo que le atraia a Él de una mujer.
A mi me atrae una mujer obediente sumisa a su hombre, le dijo sin más a lo que a ella se ruborizó y su cara estaba casi pegada a la mesa, sentia como la mirada de Él estaba clavada en ella, mientra se lo comentaba, y su mano se deslizó por debajo de la mesa depositandola en sus muslos, ella sintio una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo y una humedad creciente en sus bragas, mientras ruborizada escondia sus precioso rostro agachando la cabeza, mientra la mano de El acariciaba sus muslos subiendo cada vez más la mano hasta rozar las bragas. 
Y a ti, como te gusta que fuera tu hombre, le preguntó, alzando su barbilla, y mirandola a los ojos. Que sientes, que experimentas estando asi frente a mi? tu cuerpo ya me ha dado una respuesta, pero tu mente que piensa?
Ella balbuceando, no se, no se, me siento como ignotizada, excitada, como nunca, diciendo esto volvia a agachar la cabeza, era incapaz de mantenerle la mirada.
Me lo he imaginado en todo momento, dijo Él, me gustas mucho, mientras ya, su dedo acariciaba su vagina que chorreaba y empapaba las bragas. Por qué no te desabrochas un par de botones de la camisa? me gusta que mi perrita se sienta observada, y que luzca un poco sus atributos, y tienes unos preciosos pechos, al igual que tu rostro, eres una preciosidad, vamos enséñame un poco ese precioso canalillo!!
Ella ya fuera de si y bajo el dominio de ese hombre que le atraia como nunca, esa mirada tan penetrante, y su voz, fue desabrochando esos botones como una automata, se sentia bajo su dominio y estaba super excitada, nunca había sentido esas reacciones de su cuerpo ante un hombre que la dominaba con su mirada y su voz, y esas caricias en público, derribó cualquier barrera que ella pudiera poner, era ya como su perra sumisa.
El pago la cuenta, y sin mirarla, le dijo: Vamos sígueme, y salio hacia la calle, ella detrás de El, como una fiel perra, andaba tras su Dueño.
Montaron en su coche, y llegaron a su apartamento.
Entró El y esperó a que su perra entrara, cuando ella traspasó la puerta, le ordenó silencio con un dedo puesto en sus labios, la tomo de la ropa y la sujetó con fuerza atrayéndola a su cuerpo, sus labios eran fuego pegado a los suyos, la empujo contra el sillón y le descubrió los senos desabrochando la camisa blanca que usaba, se lanzó por ellos y los lamio con furia, las succiones eran dolorosas, pero eso quería ella dolor y Él se lo proporcionaba, la pequeña falda que usaba fue subida hasta la cintura y la ropa interior le fue despojada sin delicadezas, su carne fue atacada por su lengua, bebió del líquido como un animal sediento,los ojos del hombre chispeaban ante la imagen indefensa de la mujer con el sexo descubierto y a su merced, ella podía parar todo con una sola palabra pero los deseos de ser doblegada la superaban y se lo impedían. Tomo sus piernas y las separo para ver mejor la humedad, se lanzó nuevamente para succionar el clítoris, este se puso rígido entre sus labios, los gemidos fueron ahogados por la mujer con su mano, no podían hacer ruido y eso lo hacía más fascinante y crudo, verlo perderse entre sus piernas le produjo oleadas de placer y de temor, estaba vulnerable ante él, y lo sabía, la tomo por el cuello cuando ella se quiso levantar, ajusto fuerte y la empujo nuevamente contra el sillón que crujió bajo su cuerpo como si protestara por la forma como estaba siendo tratada


-Chúpamela-
Ordeno el entre susurros poniéndose de pie, a pesar del bajo tono de su voz estaba lleno de autoridad y demanda, ella era suya en esos momentos y tenía que hacer lo que él quisiese, ella obedeció y abrió los labios para meterse el miembro a la boca, el emitió un gruñido gutural de satisfacción, entro en la profundidad de la garganta hasta hacerla tener arcadas, como toda una experta movió la lengua alrededor de la carne endurecida, el tomo sus cabellos y los jalo sin piedad demostrando quien mandaba, las primeras lagrimas brotaron de sus ojos pero él no se dio cuenta por que el llanto era interior, algo precioso se había roto en ese momento, algo mágico le había sido despojado, pero aun así continuaría hasta el final fiel a su palabra. El siguió sujetándola del cabello haciéndola sacarse el falo de la boca y metérselo nuevamente por completo hasta que se atorara y llenara de él, con otro empujón la puso en la posición que él quería, echada para atrás con las piernas abiertas, un cierre fue bajado y su polla erecta apareció, con una mano la oriento hasta la entrada y empujo con todas sus fuerzas levantando su peso con las manos, no había suavidad ni ternura ni mucho menos amor en aquel acto solo la lujuria y necesidad que tiene todo hombre por dentro. La clavó varias veces antes de aburrirse y salirse de su interior, poniéndose de pie le hizo su caricia favorita, tomarla por el cabello y jalar hasta que su cuello se tense, ella presurosa se lo metió a la boca, succiono la polla y él le dio una cachetada, saber que la tenía bajo su dominio le producía mas placer que cualquier otra cosa, la puso de pie con un nuevo jalón de cabellera y la condujo al baño de la casa, sin prender la luz y tomándola por el cuello la empujo contra las frías baldosas, sus senos se vieron envueltos por manos que los aferraban con rudeza mientras los lamia y mordía, los dedos del hombre buscaron su hendidura y la penetro deleitándose de su humedad


-Estas mojada-


Dijo el entrando y saliendo de ella, la mujer asintió en la oscuridad sin pronunciar palabra


-Ven-


Ordeno el


-No-


Susurro ella tratando de negarse


-Eh dicho que vengas-


El la tomo por el cuello y la atrajo hasta el inodoro donde él estaba sentado esperándola, la volteo y tomo su nalgas, con un quejido le ensarto su polla, ella movió las caderas de arriba a abajo de adelante atrás, arañando las piernas del hombre que en ese momento ya no era el sino un macho dispuesto a tomar lo que quería, con una mano le empujo la espalda haciéndola caer de frente quedando el culo expuesto, y para mayor placer encendió la luz, la visión de su miembro entrando y saliendo de ella le hizo soltar un gruñido, ayudándola con las manos la tomo por las nalgas haciéndola rebotar, las piernas de ella cedieron un poco y se puso de pie, las ganas de salir corriendo la embargaron pero nuevamente apago su sentido común y se colocó contra la pared esperando el nuevo ataque, y este no se hizo esperar, la volteo he hizo que se apoyara contra la pared con las piernas bien abiertas, luego de hurgar dolorosamente con sus dedos en el interior la penetro tomándola de las caderas, jalándola y empujándola


-Ven-


Le dijo el acomodándola sobre el lavabo, la tomo por el cabello y jalo todo lo que pudo


-Mírame-


Ordeno, el reflejo de una mujer obediente y sumisa fue lo que vio, mordiéndose los labios sus miradas se cruzaron


-¿Te gusta?-


Pregunto el hombre jalando aun con más fuerza del cabello


-Si-


Y era verdad le gustaba pero a la ves la aterrorizaba. Con un nuevo jalón fueron al frio piso del baño, la puso a gatas y entro en ella, sus manos volaron a sus senos y los apretaron mientras sus caderas iniciaban su avance y retroceso, el único sonido eran las respiraciones entrecortadas y la carne siendo golpeada por carne


-Échate-


Ordeno el, y ella se extendió en el suelo, abriéndole las piernas la poseyó en la frialdad del baño, los besos estaban de mas, solo había la urgencia de terminar con todo eso, las embestidas se hicieron apremiantes, hasta que él se alejó y masturbándose termino sobre ella, en el estómago y en la falda. El hombre se paró y al instante la hizo incorporarse, la saco del baño para llevarla a la entrada de la casa, ¿cómo te despides después de algo así?, pues fácil, la tomo por la ropa y la atrajo a su cuerpo


-¿Te gusto?-


Quiso saber el antes de dejarla ir


-No-


Dijo ella. Sus manos se afianzaron al cuello de la mujer como tenazas y volvió a preguntar


-¿te gusto?-


-Si-
- Desde hoy eres mi perran, entendido? y vendrás cada vez que necesite usarte, vendrás como yo lo desee, por su puesto, me gustan que mis perras no tengan nada de vello en ese coño, culo y axilas, vendrás con la ropa que yo en cada momento lo crea oportuno. Lo has entendido? Sino cuando salgas por esa puerta no querré saber nada más de ti.
-Lo has entendido perra?, que contestás?
-Si como tú lo desees, pero no me eches ahora de su vida por favor, quiero deseo ser su perra, su puta para todo.

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